martes, 22 de diciembre de 2009

La pulga y el tiempo



Bastó un ínfimo microsegundo para que la diminuta pulga saltara desde el huevo hasta el corto pelaje de Chico. El perro enano sintió la concisa mordedura de unos minúsculos dientes y soltó un pusilánime ladrido. Fue tan bajo el quejido que su dueño, el niño canijo del pueblo no alcanzó a escucharlo. La insignificante picadura de la pequeña pulga apenas irritó al raquítico perro. Chico alzó su pata para rascarse y el timorato insecto lanzó un lacónico suspiro. La pulga echó la vista atrás y toda su menuda vida pasó ante sus ojos. ¡Una minúscula eternidad!

Bondades de la talla y el tiempo: a menor tamaño, mayores parecen los momentos.

3 comentarios:

  1. Esto que es una cosa de estas subliminales????Cosita yo no entiendo porque escribes cuentos que no empiezan con erase una vez....que rara eres y lo que te quiero.

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  2. Naaaa, esto no tiene nada de subliminal... Nada de nada. Sólo se trata de una historieta en donde casi todos los adjetivos son sinónimos de "pequeño".

    Jo, y no soy rara. Soy normal. Algún día te prometo que escribiré una historia que empiece con "érase una vez", aunque no sé si el final dirá "vivieron felices y comieron perdices".

    Yaaaaaaa vieneeeeeen los Reeeeyesss.

    Acuérdate de ir a preguntarme eso, porfa.

    TA Big Thing

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  3. Tu sigue recordándome lo de los Reyes tonta....estoy molt nerviosa

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