- No puedo dormir, tengo miedo - musitó el pequeño.
- Ven, acurrúcate a mi lado.
El niño se acercó al regazo de su madre y aspiró profundamente. Entre sus pechos, enormes y caídos, sentía que nada malo podía ocurrirle. Eran como dos almohadones de flores primaverales. Ella tenía la costumbre de perfumarse el sostén con esencias florales: hoy azahar, mañana jazmín... así, decía, ahuyentaba a los malos espíritus. Las tetas de su madre eran prodigiosas. Un paraíso donde no cabían los espectros de la noche. El pequeño hundió más la cabeza y sintió como una maraña de carne fofa y caliente le apretaba los carrillos. Sonrió, y por fin durmió tranquilo.
Como ya te dije ayer,eres igual que Jenny,escribes cosas raras...almenos me has enseñado que significa musitar....aisss cosita,rara o no rara te quiero igual :)
ResponderEliminarla imagen es preciosa, que calidez...
ResponderEliminar- Big Thing: ¿cómo que no lo entiendes? Es una minihistorieta sin ningún misterio... Jejeje. Me gusta enseñarte palabras nuevas. Ahora me busco la palabra del día. :**** TA
ResponderEliminarDidac: ¿a q es tierna la imagen? Por cierto, estoy intentando entrar en tu blog y no puedo... Cuál es tu URL exacta?